Ambientales
Desaprovechar estos alimentos implica, además, un uso innecesario de recursos escasos, como la tierra -el 28% de la superficie agrícola del planeta se destina a alimentos que son finalmente desechados-, el agua -para generar un kilogramo de alimento son necesarios, al menos, 1,5 litros de agua- y la energía. E impacta gravemente en el cambio climático, puesto que para obtener un solo kilogramo de alimento se vierten a la atmósfera 4,5 kg de dióxido de carbono (CO2). Todo ello para que, al final, el 20% de los alimentos producidos vayan a la basura.
