En marcha contra el desperdicio alimentario

La celebración de la I Semana contra el desperdicio alimentario de Navarra, motor para la sensibilización ciudadana sobre un asunto de graves consecuencias ambientales.

Las cifras son alarmantes, y nos llevan a valorar la necesidad de adquirir algunos sencillos hábitos para ahorrar costes, evitar el despilfarro de recursos y repartir mejor los alimentos entre la población mundial. Soluciones económicas, ambientales y sociales que en gran medida están al alcance de nuestra mano.

La I Semana contra el desperdicio alimentario de Navarra puso de manifiesto la importancia de corregir hábitos y conductas como forma de prevenir el desperdicio alimentario dentro del hogar, de donde proviene el 42% del residuo alimentario. Por este motivo, la campaña de comunicación lanzada en el inicio de esta Semana estuvo dirigida a los hogares con el lema: Yo no echo, yo aprovecho.

La celebración de esta semana –que se hizo coincidir en el tiempo con la II Semana contra el desperdicio alimentario a nivel nacional promovida por AECOC– fue una de las acciones ideadas por la Mesa de Trabajo de prevención de residuos, conformada por actores de toda la cadena de valor alimentaria, y liderada por la Oficina de Prevención de Residuos e Impulso a la Economía Circular (OPREC), dentro de las acciones del Plan de Residuos de Navarra 2017-2027.

Cabe recordar que el desperdicio alimentario es también una de las cinco áreas prioritarias en el contexto de la Agenda para el desarrollo de la economía circular en Navarra 2030 aprobada recientemente por el Gobierno de Navarra.

Durante la Semana contra el desperdicio, celebrada entre el 21 y el 27 de septiembre, se organizaron distintas acciones en diferentes localidades de la geografía navarra, amparadas por una campaña de comunicación dirigida al consumidor para asociar el desperdicio a los hábitos, con el lema: ¿Comida o basura? Tú decides.

La campaña propone cinco consejos básicos para optimizar la compra y el consumo alimentario:

  • planificar el menú semanal,
  • hacer una compra responsables,
  • adquirir productos de temporada,
  • conservar adecuadamente los alimentos,
  • aprovechar las sobras con creatividad.

Algunos trucos muy sencillos en la cocina nos ayudarán a conservar mejor los alimentos, para evitar que su deterioro nos lleve a depositarlos en la basura. Aplicar además el sentido común evitará que desperdiciemos alimentos para cuidar nuestra economía y nuestro planeta.

Alguna cifras

  • En el mundo se desperdician cerca de 1.300 millones de toneladas de alimentos, de los que 88 millones de toneladas (el 20% de los alimentos producidos) proceden de la Unión Europea. A nivel estatal, la cantidad de desperdicios alimentarios suponen 7’7 millones anuales.
  • En Navarra, la cantidad de desperdicio alimentario se estima en más de 115.000 toneladas al año. El 42% provienen directamente de los hogares, lo que supone que, anualmente, desperdiciamos de media 75 kilogramos de alimentos por persona.

Consecuencias del desperdicio alimentario 

  1. Económicas:
    La Unión Europea calcula en 143.000 millones de euros (dato del año 2012) los costes asociados con los residuos alimentarios. Dos tercios están asociados con los residuos de alimentos en los hogares.
  2. Ambientales
    Desaprovechar los alimentos implicar un uso innecesario de recursos escasos:

    • Tierra: el 28% de la superficie agrícola del planeta se destina a alimentos que luego son desechados.
    • Agua: para generar 1 kg e alimentos s necesitan al menos 1’5 litros de agua.
    • Energía: por cada kilogramo de alimento que se obtiene, se vierten a la atmósfera 4’5 kg de carbono (CO2).
  3. Sociales
    Según la FAO, 793 millones de personas sufren desnutrición en todo el mundo. La Oficina Europea de Estadística advierte que el 9’6% de la población europea no puede permitirse comprar comida de calidad cada dos días. Mientras, cada uno de nosotros tiramos a la basura 75 kilos de comida al año.